Cuando se encara un gran partido como este, enseguida vienen a la cabeza los nombres de los que pueden marcar o hacer grandes regates. Pero, probablemente, de todos los duelos sobre la cancha ninguno llegará a alcanzar el de dos guardametas estelares.
Ter Stegen y David de Gea, 25 y 27 años, tienen el futuro en sus manos, nunca mejor dicho. Pero no son ninguna promesa, están perfectamente consolidados. En grandes competiciones, en grandes clubes.
El alemán tiene el punto extra a favor de que está en un equipo de dulce. El Barcelona oposita al triplete y ya tiene prácticamente embolsada la Liga. En la final de Copa del Rey aguarda el Sevilla y, en los cuartos de final de la Champions, la Roma.
Miel sobre hojuelas para Ter Stegen, uno de los porteros con mejor promedio de goles encajados de Europa y que se ha consolidado de manera magistral en el Camp Nou. De hecho, en las cinco grandes ligas nadie ha dejado más veces la puerta a cero que él (18).
El mérito del madrileño, más que deja la puerta a cero, es el de hacer un buen número de paradas decisivas por partido. Si Ter Stegen es muy plástico en sus intervenciones, la especialidad de De Gea es detener goles imposibles merced a sus reflejos.
El problema del madrileño es que su equipo no le ha acompañado. Eliminado sorprendentemente en Champions por el Sevilla y con la Premier quimérica, la única opción de pelear un título de aquí a final de temporada pasa por conquistar la FA Cup.
El United está en semifinales y, de vencer al Tottenham, disputaría la final contra el vencedor del Chelsea-Southampton.
Un duelo estelar que en el futuro podría ser una costumbre al más alto nivel si el Real Madrid termina confirmando su histórico interés por el guardameta de los 'red devil'. Firme o no por el Real Madrid, ambos están llamados a ser los grandes porteros del futuro junto con Oblak.