Ganar o ganar. Esas eran las opciones que tenía el Milan para mantener realmente viva una Liga Italiana que, tras lo ocurrido en San Siro, se aproxima cada vez más a las vitrinas del Inter de Milán, que ya acaricia una corona que no obtiene desde 2010.
Y es que el cuadro 'rossonero' fue incapaz de pasar del empate a uno frente a una Sampdoria que, durante muchos, minutos mereció mayor recompensa e incluso mandó en el electrónico para desesperación de los pupilos de Stefano Pioli.
La primera mitad del encuentro fue claramente del conjunto genovés. Con un Milan dormido, la Sampdoria atosigó y puso en apuros a un Donnarumma que fue la gran estrella del siete veces campeón de Europa durante los primeros 45 minutos.
El cuadro de San Siro sobrevivió (que ya es mucho) a un primer tiempo aciago. Lejos de rectificar todo lo que hizo mal, el equipo lombardo se pegó un tiro en el pie en el inicio en la reanudación, con Theo Hernández apretando el gatillo.
El ex del Real Madrid cometió un error garrafal y le regaló el gol a Fabio Quagliarella, que puso el 0-1 (58') para una Sampdoria a la que le duró poco la alegría. Y es que el equipo de Génova se quedó con diez solo un minuto después después de que Adrien Silva viera la segunda amarilla.
Con un hombre más sobre el campo, el Milan se volcó en busca de una remontada que no llegó porque no lo mereció. Pese a ello, los pupilos de Pioli pudieron hacerse con los tres puntos, pues Hauge (87') empató en el arreón final y Kessié (93') estrelló un balón en la madera.
Con el empate, el Milan seguirá segundo con 60 puntos, a cinco de un Inter que, con dos partidos menos, podría abrir un hueco casi definitivo si cumple con su cometido.