7 de enero de 1990. El Manchester United de Ferguson se juega la vida ante el Nottingham Forest en la 3ª ronda de la FA Cup. Los 'red devils' aún no han ganado prácticamente nada desde los Charlton, Best y compañía y ocupan la 14ª posición en la First Division. Enfrente está un Forest que ha saboreado la gloria europea hace escasos años y que todavía es uno de los grandes de Inglaterra.
Aunque luego el entonces presidente Martin Edwards lo negaría, toda la prensa daba por hecho que una eliminación le costaría el puesto a un Alex Ferguson que no ha obtenido los resultados esperados en el conjunto de Old Trafford.
Y entonces, entre el barro de Nottingham, aparece un joven semidesconocido para salvar al entrenador escocés. Fue en un centro de Mark Hughes, la estrella del equipo y ex del Barça, que Mark Robins, de sólo 21 años, envió con facilidad a la red. Acababa de entrar desde el banquillo, con Ferguson ya con la soga al cuello ante una hipotética eliminación o 'replay'.
Aquel tanto fue decisivo para que en el Manchester United renovaran su confianza en el técnico escocés. Los 'red devils' se alzarían con la FA Cup ese año e incluso Robins anotaría más tantos que el acompañante de Hughes en la delantera, Brian McClair.
A pesar de su esplendoroso inicio, las grandes esperanzas depositadas en el delantero pronto comenzaron a desvanecerse. McClair recuperó su puesto a la temporada siguiente y a Robins no le quedó más remedio que pedir el traspaso. Se fue al Norwich City, donde entraría en la historia de la Premier League, al anotar un doblete en el primer partido de la competición, en una victoria por 2-4 ante el Arsenal en Highbury.
Con los 'canaries' también conseguiría un histórico triunfo ante el Bayern de Múnich en el Estadio Olímpico, gracias al que su equipo se convirtió en el único conjunto inglés que consiguió imponerse allí en toda la historia. Pero las tardes de gloria cada vez se espaciaron más y tuvo que emigrar a un entonces modesto Leicester, de donde también pasó a préstamo a Copenhague y Reading.
Ya con el cartel de trotamundos colgado, al atacante le llegó la llamada del Ourense en Segunda División. Llegó sin mucho ruido al fútbol hispano. Ya nadie recordaba que había sido él quien había salvado a Ferguson y para dar inicio al ciclo ganador de los 'red devils'. No le fue mal del todo, con 5 goles en 18 partidos, pero no duró más de un puñado de meses en Galicia en la tempòrada 1997-98
Agotaría su carrera entre Panionios, Walsall y, sobre todo, Rotherham United, aunque pasó también por un alejado de lo que es hoy en día Manchester City, Bristol City, Sheffield Wednesday y Burton Albion. Lejos quedaba su resplandeciente debut con los 'red devils', en el que sin saberlo se convirtió en primera piedra del Manchester United triunfal de los Cantona, Giggs, Beckham, Scholes, Rooney o Cristiano.