La lucha por entrar en Europa está igual o más al rojo vivo que la del descenso. Este martes, Real Betis y Real Sociedad empataron en un encuentro vital para esa cuarta plaza que da derecho a jugar la Champions League, pero los béticos no aprovecharon una oportunidad única.
Tampoco lo ha hecho el Athletic Club, que recibió este miércoles en San Mamés a un Sevilla en racha y que alargó su invicto en este mes de abril mágico en el que José Luis Mendilibar sigue en racha tras siete partidos. El único ganador de la jornada en zona europea ha sido el Villarreal.
Y es que el equipo de Ernesto Valverde salió como una moto al encuentro y el resultado de 0-0 al descanso bien pudo ser diferente tras los dos tantos anulados. En el primero, un pase mágico de Ander Herrera para De Marcos acabó con Nico Williams empujando la pelota a placer.
Sin embargo, el pequeño de los hermanos estuvo ligeramente adelantado cuando el lateral sacó el pase de la muerte. Luego, en el minuto 18, una jugada ensayada entre Yuri y el '11' acabó con el cabezazo picado de Guruzeta al primer palo para batir al sevillista Dmitrovic.
Para mala fortuna de los de casa, el delantero también estuvo en posición antirreglamentaria cuando el centro salió de las botas del internacional con España. A partir de esas dos acciones, el ritmo decreció y el centrocampismo se hizo presente para ambos equipos sin ocasiones claras.
Algo que continuó tras el paso por vestuarios, ya que a pesar de que el Athletic empezó bien con el derechazo de Nico, los cambios y la fatiga hicieron mella. Las indecisiones de los hombres de Valverde en zona de tres cuartos fueron más que evidentes y el juego gris se prolongó hasta el final.
Por su parte, el Sevilla, que estaba cómodo y sin recibir llegadas por parte de sus rivales, se dedicó a aprovechar sus ocasiones al contragolpe. Lo que no sabía es que el cuadro bilbaíno le iba a regalar los tres puntos en bandeja de plata tras el fallo garrafal de Unai Simón y Yeray.
Los de casa se pegaron un tiro en el pie y después de que el meta salvara la pelota, se la cedió al central, que se confió en exceso y vio cómo Ocampos se hizo con la pelota. En el intento de robo, el zaguero cometió penalti y el mismo argentino transformó la pena máxima para firmar el 0-1.
Los de casa se suicidaron, futbolísticamente hablando, y Mendilibar alargó a siete los partidos seguidos que lleva sin conocer la derrota. Un resultado que complicó y mucho las cosas para los de San Mamés de cara a Europa, y más viendo el pinchazo de los verdiblancos ante la Real.