El Etihad guardó silencio en su mayoría, solo un pequeño reducto de aficionados del Crystal Palace encontró en ese sigilo el momento perfecto para estallar. No era para menos, Townsend acababa de regalar uno de los goles de la temporada.
Pese a que el City se adelantó gracias a un cabezazo de Gundogan, el Palace no le perdió la cara al partido y pronto consiguió la igualada. Walker estuvo mal en el uno contra uno y Schlupp definió a las mil maravillas con la zurda.
Dos minutos después, en el 35', Townsend se sacó de la chistera la que posiblemente sea la volea de la temporada. Una serie de rechaces mal despejados por la defensa del City terminó dándole la opción al jugador del Palace.
No se lo pensó un momento. Vio venir el balón, a más de 25 metros de la portería, y soltó un zurdazo absolutamente imparable que tomó una velocidad endiablada. Directo a la escuadra de Ederson.
El guardameta del City voló, se estiró todo lo que pudo, pero ese balón merecía el gol. La celebración de Townsend estaba totalmente justificada. Su gol, al alcance de muy pocos.
22 de diciembre de 2018