Han sido 13 meses casi exactos. Se lesionó un 16 de septiembre y reapareció un 15 de octubre. Entre medias, 13 meses de penosa recuperación en los que Juan Bernat ha vivido de todo, pero por fin ha vuelto a sentirse futbolista.
Ha jugado sus dos primeros partidos tras su lesión, uno como suplente, otro como titular. Y ha concedido una entrevista al PSG en la que repasa lo vivido en esos largos 13 meses. "En el momento en que se produjo la lesión sentí mucho dolor y miedo, porque sabía que tenía algo importante", rememoró.
"En el vestuario el médico me hizo la prueba y me dijo que tenía pinta de que era el ligamento cruzado, que había que esperar a las pruebas, pero que lo tenía bastante claro", añadió.
Explicó cómo fue esa interminable recuperación. "Es un proceso muy largo. Era un desafío para mí, me lo tomé bien. Hay que aceptar las lesiones, que son la peor parte del fútbol, y para eso se necesita mucha fuerza mental, trabajar y sacrificarse", dijo.
"Cuando volví a entrenar solo, sientes miedo, tienes molestias en la rodilla, no está del todo bien todavía. Poco a poco vas ganando la confianza en los entrenamientos y todo lo anterior va desapareciendo", apuntó también.
El apoyo de sus seres queridos, compañeros y aficionados, fue determinante. "Hay momentos que son más complicados. Cuando estas a punto de volver, pero ves que no, que faltan cosas, eso la verdad es que son momentos muy duros y ahí hay que apoyarse en la gente que te rodea para que te sean más fáciles", afirmó.
"Los compañeros siempre se han preocupado por mí, siempre me han apoyado, siempre me han mostrado su cariño y en el partido que volví me abrazaron todos al final, me dieron la enhorabuena y se alegraron por mí", señaló.
Dio las gracias de forma especial a los aficionados. "Los fans siempre me han apoyado mucho, me tienen mucho cariño e intento devolvérselo en el terreno de juego con todo mi esfuerzo. Me dieron una ovación muy fuerte. Al final fueron 13 meses sin poder volver a jugar, fue un día que nunca olvidaré", dijo.
"En el momento en el que entré al campo, todo el público aplaudiéndome y coreando mi nombre. Fue algo increíble y quiero agradecer todo el cariño que me dan. Será un día que no olvidaré nunca porque no sé si alguna vez cantarán más mi nombre. Ese día fue algo muy bonito", recordó.
Y acabó explicando cómo fue la sensación tras su primer partido. "El cuerpo al final lo nota, son 13 meses sin jugar un partido. Al día siguiente tenía las piernas cansadas, pero era algo que tenía otra vez ganas de sentir, el sentirte cansado después de los partidos", dijo, para finalizar.