Leganés y Levante se enfrentaron en Butarque sin nada en juego. Sólo peleaban por sumar los máximos puntos posibles para quedar lo más arriba en la tabla. Pero las dinámicas de uno y otro quedaron bien claras en el resultado del duelo.
Las fuerzas estuvieron bastante igualadas durante casi todo el partido. Eso sí, la iniciativa oscilaba entre uno y otro equipo. El Leganés mandaba con el balón hasta que necesitaba tomar aire, momento en el que amablemente se lo donaba al Levante, y vuelta a empezar.
Comenzó a llover en Butarque, y la lluvia propició que el ritmo se acelerase, por los errores inherentes a las complicadas condiciones climáticas que comenzaron a experimentarse, pues a la tromba de agua se le unió un fuerte viento racheado que terminó de amargar el inicio del partido a los aficionados 'pepineros'.
Poco a poco comenzaron a llegar las ocasiones de peligro, pero ninguna como una parada de Oier al fuerte disparo de Amrabat desde dentro del área.
El segundo tiempo comenzó siguiendo el mismo guión, pero a menor ritmo. De hecho, quizá por el esfuerzo del primer periodo, se veía a ambos conjuntos algo apáticos.
Y entonces llegó el primer aviso del Levante, un contragolpe que Bardhi no supo culminar. Dos minutos más tarde, en el 55', llegó el principio del fin para el Leganés hoy.
Contragolpeó otra vez el cuadro 'granota', casi sin ganas. El balón fue para Morales y éste, desde la frontal, batió a un Champagne que ya estaba batido, prácticamente en el suelo tras elegir lado demasiado pronto.
Fue un mazazo, porque el Leganés fue por momentos mejor a su rival, pero nada en comparación a lo que estaba por venir. Cuatro minutos después las esperanzas 'pepineras' se fueron por el túnel de vestuarios.
Otro error, otra contra, y en esta ocasión, un agarrón de Zaldua sobre Morales para abortarla antes de que el capitán del Levante se plantase solo ante Champagne. Roja directa y falta peligrosísima que Bardhi alojó en el fondo de las redes, demostrando que es un verdadero especialista en estas lides.
De ese revés el Leganés no se repuso. A Garitano le tocó reordenar sus filas, meter otro defensa y sacrificar a un Amrabat que, junto a El Zhar, firmó una primera parte eléctrica.
El partido se afeó, con alguna entrada de amarilla que bien pudo ser roja, e incluso con una tangana que por fortuna no fue a mayores. El Leganés estaba frustrado, y con razón.
Los locales sólo inquietaban vagamente a Oier con disparos lejanos, mientras que el Levante hilaba un contragolpe tras otro con irritante facilidad. Y claro, era cuestión de tiempo que el tanto de la definitiva sentencia llegase.
Ocurrió en el minuto 77, cuando Coke remató casi desde el área pequeña un balón que Roger le regaló, tras una buena prolongación de Boateng en tres cuartos de cancha.
La noticia del día, sin embargo, sucedió a continuación. El Levante dio minutos a Fahad Al Muwallad. Su nombre quizá no diga nada a nadie, pero se trata del primero y, hasta la fecha, único futbolista saudí, de esos que llegaron por sorpresa en invierno, que disputa un partido oficial.
Jugó los últimos diez minutos y apenas tocó un par de balones, pero al menos demostró que, pese a no estar al nivel de sus compañeros, sabía a qué estaba jugando. Y es que Fahad es, de largo, el mejor de los que llegaron en enero.
El Levante no quiso hacer más sangre, y dejó que los minutos pasasen. El Leganés, incapaz de generar peligro con un hombre menos, tiró de casta, pero el orgullo le duró poco. La racha ascendente del Levante perdurará una semana más; la negativa de un Leganés ya salvado, también.