El Atlético se jugaba a cara o cruz ante el Lokomotiv su presencia en los octavos de final de la Champions League y el duelo no podía comenzar mejor.
En el primer minuto de partido, Joao Félix forzaba un penalti a favor de los pupilos del Cholo Simeone para delirio de la grada del Wanda Metropolitano.
Kieran Trippier, nada más señalarse la pena máxima, decidió asumir la responsabildiad, ya que durante la semana había sido el mejor jugador 'colchonero' en esta suerte en los entrenamientos.
El '23' colocó el esférico en el punto de penalti y ejecutó con fuerza el lanzamiento, pero entre Kochenkov y el poste lograron desviar un penalti polémico.
Y es que el guardameta del conjunto ruso no tenía los pies sobre la línea en el momento en el que Trippier golpeó la bola, algo que según la norma debería haber conllevado la repetición del penalti.
11 de diciembre de 2019