Miguel Ángel Russo (Boca Juniors, 63 años), Ricardo Zielinski (Atlético Tucumán, 60) y Julio Falcioni (Banfield, 63) no pueden trabajar, según las medidas de prevención del Gobierno Argentino para combatir el coronavirus. Dos ellos además han sufrido enfermedades graves.
Claro que el fútbol argentino todavía no ha decidido a parar, es de los pocos de Sudamérica que sigue adelante tras varias suspensiones en las últimas horas. Bolivia ha sido la última. Colombia, Brasil, Paraguay, Chile... Son pocos los campeonatos que van a disputarse en las próximas dos semanas.
Los entrenadores se sienten desprotegidos, a pesar de las recomendaciones de los médicos. "Yo soy un paciente de riesgo. Tuve neumonía, cáncer, me hicieron quimioterapia... Y el viernes tuve que trabajar igual. Salimos a jugar porque nos dijeron que, si no lo hacíamos, nos sacaban los puntos. Había que reunirse con los jugadores, no con los dirigentes", dijo Falcioni, de 63 años, a 'TyC Sports'.
"Me toca trabajar y estar al lado de los jugadores. El médico me dijo que no debería estar entrenando. Y acá estoy. Estamos citados para volver mañana a entrenar. Al secretario general de los técnicos no lo veo ni lo escucho por ningún lado. Y al que designaron los jugadores para representarlos tiene que escuchar la opinión de ellos", declaró. La patronal aconseja parar y River ya tomó la decisión de no jugar contra Atlético Tucumán. Russo, de Boca, también tuvo que lidiar con un duro cáncer de próstata.