Aunque el culebrón ha alcanzado su punto álgido en las últimas semanas, el asunto del delantero francés ha sido una serie con múltiples episodios vividos, muchos de ellos públicamente, pero también bastantes gestionados de puertas para adentro.
Todo comenzó con la incorporación de Ernesto Valverde para suplir a Luis Enrique en el banquillo. Según 'AS', por entonces la idea era que el 'Txingurri' llegara con Griezmann de la mano como fichaje estrella. Sin embargo, a última hora surgieron discrepancias en el seno del club frente a su gran valedor, Robert Fernández.
Pero ahí quedó la larva de su fichaje, que incluso se podría remontar a los primeros informes de Txiki Begiristain cuando el ahora campeón del mundo todavía destacaba con la camiseta de la Real Sociedad.
A priori, la operación del Barcelona por su incorporación iba a tardar un solo año. Pero 'La Decisión' cambió los planes del club por esa contraoferta de última hora del Atlético para hacer multimillonario a Griezmann.
No es de extrañar pues las sospechas del Atlético de Madrid de que el jugador y los catalanes comenzaron a negociar intensamente hace unos meses, pese a tener todavía contrato en vigor.
En las últimas horas se han vivido los momentos más feos, pero el lunes o el martes se hará oficial su fichaje para que el 14 de julio, cuando el equipo azulgrana vuelva al tajo, comience una nueva vida para el delantero francés y el Barça pueda empezar a canjear los esfuerzos de apostar por él.
Tal y como era de prever vistos los acontecimientos, Griezmann no se presentó en el inicio del trabajo del Atlético de Madrid 19-20. Su mente ya solo entiende azul y grana.