Un 120 aniversario descafeinado para el Milan

No todos los días se celebra un 120 cumpleaños. El Milan es una escuadra histórica que se ha ganado ese derecho a lo largo ya de más de un siglo, y ante el Sassuolo los milanistas pretendían poner la guinda a los fastos de su aniversario con una victoria ante un rival que llegaba herido.

Tenía motivos para creer la afición 'rossonera' después de dos triunfos consecutivos a domicilio en Parma y Bolonia. Pero el fútbol no es deporte de lógica y, cuando más factible parecía hacer tres de tres, apareció el conjunto de De Zerbi para aguar la fiesta.

Ya lo avisó Arrigo Sacchi en la previa, cuando elogió al técnico del cuadro de la provincia de Módena. "Juega a cara descubierta contra todos", aseguró en los días anteriores al choque. Y a bien que lo demostró con un planteamiento rocoso en el que gozó de alguna ocasión para llevarse el gato al agua.

La más clara, sin embargo, la tuvo el cuadro de San Siro a la media hora en las botas de Theo Hernández, cuyo tanto subió en un principio al marcador pero fue anulado por el VAR. La llegada más peligrosa en el primer acto de los visitantes la tuvo Djuricic, con un remate de derechas desde fuera del área tras asistencia de Berardi.

Pese al empeño de unos y otros, el encuentro anduvo falto de ocasiones y el juego se desarrolló más en el centro del campo que en zonas de incertidumbre. Una circunstancia que motivó cambios en la segunda parte. Se desesperaba la grada de San Siro. Y no es para menos porque este año tampoco termina de ser el del Milan.

Stefano Pioli buscó sorprender con la entrada de Paquetá. Con escaso o ningún rédito ante un Sassuolo que aguantó el marchamo local para sumar un punto de vital importancia de cara a su objetivo de permanencia. 

El Milan lo volvió a intentar con algunas acciones aisladas, mas nunca encontró el gol. El míster del equipo milanista echó el resto introduciendo a Piatek por Leao (78') y a Samu Castillejo por Suso (85'). No obtuvo recompensa.

La Europa League queda ahora a siete puntos, los que le separan del que es precisamente su próximo rival. El Atalanta aguarda en Bérgamo en una prueba de fuego más.