Últimamente los árbitros están siendo noticia por curiosas situaciones, como la que protagonizó el mes pasado un colegiado en Brasil. El árbitro amonestó a un jugador y, en vez de mostrarle una tarjeta, ¡sacó una pistola!
Esta acción nos recuerda a algo que sucedió en 2011. Ocurrió en la Eerste Divisie, la segunda división de Holanda, en el partido entre el Oss y el Almere, que finalizó 3-4.
Un aficionado minúsvalido del Oss, que había estado presenciando el encuentro desde la banda, acabó muy molesto por la labor del colegiado y no se le ocurrió mejor manera de demostrárselo que intentando atropellarle.
El seguidor falló y el árbitro intentó ignorar lo que estaba pasando, pero un segundo intento de atropello provocó su enfado.
Angry man goes after the referee https://t.co/mqxl1UuMg4
— Kirtash (@Kirtashix) septiembre 29, 2015