Un ciclón para enloquecer al Molinón

Llegó el Sporting muy necesitado de punto al Molinón después de acumular cinco partidos en Segunda División sin conocer el triunfo. El conjunto asturiano recibió la visita de un gran Cartagena que estaba coqueteando con el 'play off'.

El duelo se antojaba difícil, pero la magia del estadio asturiano se unió con la garra del equipo para sacar los tres puntos, y no de cualquier manera. Los de casa golearon a sus rivales para respirar y alejarse de la zona de descenso.

No obstante, el 4-1 final parece que mostró un choque fácil para los de Josep Lluís Martí, pero nada más lejos de la realidad. No fue hasta después del descanso cuando el Sporting se puso por delante y dejó de sufrir ante los albinegros.

Los visitantes fueron los que llevaron la batuta en los primeros instantes del encuentro, con un Dauda y un Nacho Gil que dañaron mucho a los locales por las bandas. Precisamente, el segundo abrió la lata en un despiste defensivo.

El futbolista recibió un balón de un saque de banda y fusiló sin contemplaciones a Cuéllar por la escuadra. Un palo para los gijoneses, aunque reaccionaron a tiempo. A cinco minutos del final, Kravets centró para que Delmás, con muy mala fortuna, se introdujera el esférico en su propia portería.

Un gol psicológico que hizo el empate en un momento oportuno. Una diana que dio alas al Sporting que encontró el premio de la remontada de la nada. Gastón Silva saltó con las manos despegadas y el balón impactó en ellas, generando así un penalti muy tonto.

Tras consulta en el VAR, un recién entrado Djuka no falló desde los once metros y colocó el 2-1. El delantero fue suplente debido a los 90 minutos disputados con Montenegro recientemente. Esto hizo que los de Luis Carrión se fueran al ataque desesperadamente y generaran huecos atrás.

Ante esta situación, el equipo del Molinón se escudó atrás y salió a la contra en contadas ocasiones. Con dos salidas le bastó para imponer la goleada final. Primero, fue Djuka el que corrió y definió sin problemas ante Marc Martínez.

Luego, fue Pedro Díaz el que culminó otra buena combinación con el montenegrino para claudicar el 4-1. Una goleada tras dos meses sin ganar y que confirmó el primer triunfo de Josep Lluís Martí rumbo a certificar la permanencia.