El Levante y Osasuna se repartieron los puntos en el Ciutat de València. El primero desaprovechó dar otro paso importante hacia salir del descenso y conseguir la primera victoria, mientras que el segundo no quiso cazar al Barcelona.
Jugaron a no hacerse daño porque fue una cita para dormir, con permiso de los profesionales. Apenas cuatro disparos a portería en 90 minutos fue lo que dejaron para el respetable el equipo de Arrasate y de Lisci,
Mucho tanteo, muchas imprecisiones y poca valentía y tomar riesgos en los últimos metros. El último pase no salió hasta prácticamente la recta final del primer tiempo cuando el Levante pudo pegar el zarpazo a su rival.
Sergio Herrera salvó a Osasuna ante el disparo de Roger y poco después fue la madera evitó un cambio en el marcador, que perfectamente pudo ser definitivo. De Frutos disparó con la punta de la bota y cayéndose, por lo que no pudo ajustar mejor el disparo.
En la segunda mitad se vio más de lo mismo. De Frutos lo intentó de nuevo antes de que comenzara el carrusel de cambios de Arrasate y de Lisci en busca de una solución al problema que no llegó.
Mustafi, con un cabezazo demasiado flojo y al centro, casi que tuvo la ocasión más clara en un partido en el que fue como una interruptor que se queda sin corriente. Al final, bandera blanca y un punto para los dos sin demasiada exigencia.