Analizando poco a poco lo sucedido, sobre el césped de Vallecas pudo darse una de las grandes polémicas del año en referencia al VAR y todo comenzó con una caída de Javi Guerra en el área del Real Madrid.
El jugador del Rayo cayó por un agarrón de Vallejo y, mientras la grada y varios de sus compañeros pedían penalti, el juego siguió y Gareth Bale tuvo la ocasión más clara del partido.
El galés se plantó a la contra en el área del Rayo y falló el mano a mano ante Alberto por un fallo en el control. El marcador no se movió y, al terminar la jugada, el árbitro fue requerido por el VAR para analizar la caída de Javi Guerra.
28 de abril de 2019
Tras observar las repeticiones, González Fuertes consideró que hubo infracción y señaló el penalti a favor del Rayo. Embarba se encargó de engañar a Courtois para firmar el primer gol del partido.
28 de abril de 2019
La polémica, que no llegó a suceder, es que si Gareth Bale hubiera marcado ese gol, el árbitro lo habría anulado a causa de la decisión del VAR. Es decir, el tanto habría subido al marcador hasta que, con la ayuda del videoarbitraje, el colegiado hubiera determinado que la caída de Javi Guerra fue penalti. Habría sido un gran paradigma para el VAR: anular un gol para conceder 'otro' (lanzamiento de penalti).