Este Getafe ha olvidado definitivamente el bache que provocaron las derrotas ante Villarreal y Real Madrid. Conquistó en una nueva exhibición de fútbol práctico San Mamés, uno de los campos más difíciles de toda la Liga.
En el choque en el que los 'leones' podían volver a engancharse a la lucha por Europa, el Getafe volvió a frustrar a la hinchada de la 'Catedral' con el fútbol que ya es marca de la casa del equipo azulón. Y ya van unas cuantas campañas en las que los bilbaínos se van con el gesto torcido tras jugar contra los madrileños.
Los de Bordalás empezaron aguantando la salida del Athletic y mataron en una gran acción individual de Damián Suárez, que se metió en el área tras dos paredes y cruzó ante Unai Simón.
Fue de lo poco potable de una primera parte en la que hubo numerosas interrupciones por ambos bandos y en la que lo mejorcito llegó a balón parado.
El Getafe, con un fútbol de Champions en los últimos compromisos, salió dispuesto a matar el choque tras el descanso. Mata se encontró con un inconmensurable Unai Simón y el equipo azulón se encontró tras la revisión en el VAR con un penalti muy protestado por una mano tan clara como inocua de Lekue.
Mata no perdonó desde los once metros y lanzó a un Getafe que pudo hacer el tercero dos veces más en sendas acciones finalizadas por el propio delantero madrileño.
Los últimos minutos fueron territorio Athletic. A Iñaki Williams le anularon un gol por fuera de juego e Ibai Gómez se topó con el larguero en la ocasión más clara de los rojiblancos en todo el partido. Quedaban diez minutos y el tanto hubiera podido dar vida a los de Garitano, pero al esfumarse la ocasión el partido perdió toda la intensidad y los locales acabaron rendidos.
El triunfo solidifica las aspiraciones europeas de un Getafe que se atreve a soñar con la Champions. El Athletic sigue en crisis, a la espera de un triunfo que permita recobrar los ánimos de luchar por una Europa League que, de momento, se aleja.