Lo curioso de este caso es que el propio juez determinó que los cánticos racistas fueran perdonados, por lo que el Cagliari no ha recibido ningún tipo de sanción.
Muntari, que fue expulsado tras las protestas al colegiado y por haber dejado el campo, mantiene su partido de sanción.
En el comunicado, el juez dictaminó que los cánticos fueron "cantados por apenas diez hinchas, menos del 1% del total de los asistentes al partido", y por ese motivo no es sancionable.