Todo sucedió en un balón dividido. Ambos jugadores acudieron al salto con la intención de hacerse con el esférico, aunque el futbolista del cuadro visitante jugó sucio y golpeó a su contrincante.
Militao puso la pierna en el pecho de su rival y le tocó con los tacos. El colegiado vio el gesto del lateral derecho de Sao Paulo y no dudó ni un instante en mostrarle la cartulina roja.