Según 'The Sun', el jugador de 22 años fue el causante de la pelea multitudinaria acontecida hace algo más de un año en una discoteca a la que acudió con su madre, su primo y tres amigos mientras era jugador del Newcastle.
Por razones desconocidas, aunque todo apunta a que la pelea habría surgido por el acercamiento de unos hombres a su madre, el jugador comenzó una pelea que terminó con gente hospitalizada y una parte del inmueble del local destrozado.
Primeramente fue acusado de desorden violento, pero ahora se le ha culpado de un cargo de agresión que le podría llevar a un ingreso en la cárcel. Eso sí, su paso por penitenciaría no sería demasiado extenso.