Así lo ha desvelado el diario británico 'The Sun'.
El jugador estaba en la zona VIP de 'Libello', un club nocturno, cuando vio que unos ocho hombres se acercaron demasiado a su tía, que estaba bailando en la pista de baile y había ido a la discoteca con él.
Aarons, que está de baja desde finales de afosto por una fractura en el metatarso, no dudó en reclamarles que pararan, pero al parecer todo se complicó y se desató una batalla campal en la que volaron mesas y botellas de champán.
Los porteros intentaron por todos los medios sofocar la trifulca, pero hasta cinco de ellos fueron necesarios para reducir a la tía del futbolista, que también participó en la pelea.
El jugador, que iba con otros tres acompañantes además de con la mujer, fue detenido pero pudo recobrar la libertad tras pagar una fianza.
El local ya ha calculado que los daños causados ascienden a miles de libras y hubo gente que tuvo que acudir al hospital.