José Mourinho se libró de un robo en el día en que Portugal ganó por primera vez una Eurocopa. El estratega luso llegó a su casa después de asistir a la final de Wimbledon y, al llegar, un avispado intentó colarse por el sótano para rascar algo de los 30 millones de euros que puede valer su casa.
Rápidamente, el personal de seguridad que tiene contrato Mourinho logró detener al culpable y evitar que la acción pasara a males mayores. Al parecer, el grito de una señora de la limpiza alertó a los responsables y no tuvieron piedad a la hora de cazar a un rumano de 25 años.