El Bayern de Múnich recibía a un Köln enrachado, ya que le endosó un histórico 7-1 al Werder Bremen en la anterior jornada. Sin embargo, los bávaros tenían la convicción de que el RB Leipzig no le iba a recortar puntos en la tabla esta semana.
El propio Julian Nagelsmann quiso quitarle importancia al contundente triunfo del rival en la rueda de prensa previa: "Pueden marcar siete goles, pero a veces también pueden encajar cuatro". En el Allianz, los 'billy goats' demostraron ser un club al alza.
El Köln miró a los ojos al Bayern
El partido no pudo empezar mejor para los pupilos de Steffen Baumgart, ya que en el minuto 4 se pusieron por delante en el marcador. Un lanzamiento de esquina lanzado por Kainz, que fue peinado al segundo palo por Chabot, acabóremató a placer Skhiri para adelantar a los visitantes en el feudo muniqués.
Pese a ponerse por delante el Köln, no se echó atrás ni mucho menos. El cuadro de los 'billy goats' aguantaron las embestidas de gnabry, pero en todos sus intentos no estuvo acertado. En el 14', Schwäbe, que hizo un gran encuentro, le sacó un mano a mano al internacional alemán gracias a una salida vertiginosa.
El Bayern no dejaba de merodear el área rival y, salvo algún contrataque peligroso de los visitantes, el dominio era total. No obstante, era un mandato del partido totalmente estéril, puesto que no ocasionaba peligro.
En el 43' llegó la más clara para los bávaros en una doble oportunidad. En la salida de un córner, Swchäbe, que no estuvo contundente en la acción, hizo una parada soberbia a Pavard tras un disparo potentísimo dentro del área. El rechace fue enviado fuera por Goretzka con la cabeza.
Hegemonía bávara en la segunda mitad
La segunda parte fue muy diferente. El Bayern dominó de cabo a rabo. Ambos equipos, que hicieron todos los cambios en la segunda mitad, mostraron rápidamente sus cartas. Nagelsmann sacó a toda la artellería ofensiva posible, mientras que Baumgart decidió crear una muralla para evitar acciones de peligro. Por poco no se salió con la suya.
Nada más empezar la segunda mitad, De Ligt sacó un disparo seco que despejó a córner el meta del Köln. EN el 49', Gravenberch, que entró por Goretzka, se topó con el poste tras un disparo en el pico del área.
En el 53', Pavard lo volvió a intentar desde larga distancia, pero blocó Schwäbe. La única manera de hacer daño era disparar desde lejos, ya que incidir en los últimos metros era una odisea.
En el 70', Coman realizó una gran acción individual y, tras salir del regate, su tiro se marchó desviado. En el 80' volvió a aparecer el portero germano, que sacó un remate inapelable de Müller con la testa.
Precisamente, en el último minuto del partido llegó el único esférico que no pudo sacar el ex guardameta del Brondby. Josha Kimmich se inventó su disparo desde su casa y, tras una parábola perfecta, puso el 1-1 en el marcador.
Cosas de queipo grande, el Bayern pudo ganar dos minutos después tras una gran acción individual de Coman, pero su disparo se topó con la gran muralla del Köln.
Al final, el cuadro del Rin-Ruhr sacó un punto de oro, auqnue se quedó cerca de los tres, en el campo más complicado de la Bundesliga y da continuidad a su buena racha.
El Bayern, por su parte, se mantiene líder en solitario, pero el RB Leipzig le ha recortado dos puntos en esta jornada 17.