La victoria ante el Aston Villa fue un pequeño bálsamo para un animal herido como es el Liverpool. El juego desplegado en la Premier no ilusiona a nadie, y parece que únicamente ganan por tener más pegada que sus rivales.
El optimismo de la pretemporada se esfumó en cuanto empezó la Premier. Dos partidos malos para abrir boca que, sí, se ganaron, pero empezó un murmullo insano que ha pasado factura al equipo.
La derrota ante el West Ham fue la primera alarma, y luego la de ante el United, la segunda. Y el empate en Europa League, peor. El respetable quiere a Rodgers fuera, pero éste se aferra al banquillo a base de victorias, algunas agónicas, como ante el Carlisle United en la Capital One Cup, tras la tanda de penaltis.
Enfrente, el líder del grupo, el Sion suizo. No está haciendo una gran temporada en su país (van quintos de diez, fuera de los puestos europeos, a cuatro puntos de éstos y a trece del lider, el Basilea), pero vencieron en casa al Rubin Kazan en la pasada jornada de Europa League, que ya es.
La última vez que estos dos equips se enfrentaron fue hace 19 años, en la temporada 1996/97, en la extinta Recopa de Europa. La eliminatoria se resolvió con un 1-2 y 6-3 para el Liverpool (8-4 en total para los ingleses).
Los 'reds' nunca han perdido contra un rival suizo en Anfield, ganando tres de sus seis enfrentamientos. De hecho, esos tres empates han sido en los tres últimos partidos. Por su parte, el Sion nunca ha ganado como visitante en competición europea, ya no en Inglaterra, en sus visitas a toda Europa, salvo que aceptemos como competición europea a la Copa Intertoto, cuando ganaron al TPS Turku en Turquía.