Un joven estudiante de tan solo 17 años de edad ha puesto una de las notas negativas de las celebraciones del título conseguido por Francia.
Todo ocurrió en Lyon durante la disputa de la final entre el combinado galo y Croacia. Un altercado hizo que la Policía tuviera que entrar para poner orden con el fatal desenlace para el joven.
Tal y como apunta 'Mundo Deportivo', el aficionado trató de tirar una botella a la Policía, motivo por el que los miembros de seguridad hicieron uso de las bolas de goma. Una de ellas impactó en el ojo del aficionado galo, que se ha quedao tuerto.