Los de Leonardo Jardim están muy lejos del hábitat natural de los últimos tiempos. En una liga de un nivel menor a las 'top' de Europa, apenas tiene dos equipos por debajo en la tabla.
Con seis puntos de 21 posibles, los monegascos ocupan puestos de promoción de descenso a la Ligue 2. Una realidad muy alejada de las semifinales de Champions League que alcanzaron hace sólo un año y medio.
Sin embargo, entre tanto registro mediocre aflora una esperanza. Un oasis en el desierto. Radamel Falcao es, sin duda, el clavo al que se deben agarrar los del Principado. Tres de los ocho goles del Mónaco en la Ligue 1 llevan la firma del 'Tigre' que, en total, ya suma 70 en los 108 partidos que lleva jugando para los del Louis II.
En la única victoria liguera hasta la fecha (1-3 ante el Nantes), el delantero colombiano marcó un tanto y dio la asistencia de otro. También vio puerta en la derrota por 2-3 ante el Marsella y en el empate en casa ante el Nimes (1-1).
Ahora, Falcao se encuentra ante una nueva oportunidad. De seguir demostrando su valía y, sobre todo, de poder hacer reaccionar a su equipo. El Saint Etienne ya espera tras un inicio más que digno de competición, ocupando la sexta plaza y creando una sensación de 'papeles cambiados' en la clasificación