Zinedine Zidane regresó a Chamartín con Vinicius en la enfermería, después de que Santiago Solari certificase con su destitución el fracaso de un Real Madrid que se quedó sin opciones en Liga, Copa y Champions en marzo.
El técnico francés, ávido de resultados positivos que mejorasen el estado de ánimo del grupo, tuvo que improvisar un equipo de urgencia sin el brasileño, que se había erigido en la gran esperanza blanca en un año oscuro.
Sin embargo, Vinicius se recuperó y siguió sin entrar en los primeros planos de Zidane. Una declaración de intenciones que dejaron entrever que el 'Canarinho' no sería primera espada del francés esta temporada.
No obstante, el ex de Flamengo fue titular en Balaídos, donde acabó desdibujado en el costado derecho. La llegada de Eden Hazard expulsa al brasileño del carril izquierdo, el habitat en el que se ganó a la parroquia madridista.
Pese a la victoria, Zidane le dejó en el banquillo en las otras dos jornadas de Liga, utilizándole como revulsivo. Una apuesta que tampoco dio grandes resultados, ahondando en la depresión de la única sonrisa del curso pasado.
Bajo este contexto, Vinicius puso rumbo a Miami para concentrarse con la Selección Brasileña. La última perla 'Canarinha' espera poder recuperar la chispa a ritmo de samba durante los amistosos ante Colombia y Perú.