Necesitaban los dos conjuntos la victoria para mantener opciones de entrar en Europa. Fue más feliz el Espanyol durante buena parte del choque, pero acabó con una cara larga después de ver cómo el zaguero del Betis les arrebataba la victoria.
Y es que el Betis luchó contra el Espanyol y contra un ambiente enrarecido. No han gustado en el Benito Villamarín las últimas derrotas, especialmente ante el Sevilla y el Levante, ni la imagen dada. Era un referéndum para un Setién que fue respaldado por el club.
Empezó mejor el Betis en el encuentro. Parecía haber aprendido la lección dotando de mayor profundidad, pero aprendió rápida la lección el cuadro de Rubi. Puso cinco defensas para intentar tapar las acometidas de Lo Celso.
Fue el argentino el mejor jugador del conjunto verdiblanco, que de nuevo volvía a cometer los errores que le han llevado a la mitad de la tabla. Con el Villamarín expectante, un error de Canales terminó de hacerlo arder, regalándole el balón a Borja Iglesias y marcando Darder casi a placer.
Los minutos pasaban y el Villamarín se impacientaba con su equipo. El Espanyol se echó varios pasos hacia atrás para intentar salir a la contra. Y casi sentenció por obra de Marc Roca de no ser por la mano de Joel.
Canales, como última obra a su partido, erró un cabezazo totalmente solo minutos antes de dejarle el sitio a Loren. No fue el partido de un jugador al que se le nota el cansancio en los últimos choques.
Pocos creían en el empate más que los propios jugadores. Fue el mundo al revés, con los centrales actuando de delanteros y los mediocentros de centrales. Así llegó el tanto del empate, obra de un Feddal que la pegó cual ariete en el segundo palo para rescatar un punto.
Finalmente, el Betis y el Espanyol se repartieron el botín y dicen definitivamente adiós a sus opciones europeas. Respiran el resto de equipos. Se cierra la lucha.