Vuelve a sonreír el Borussia. Casi como en los viejos tiempos, pero con mucha savia nueva en su once. Así recibió al Sparta de Rotterdam, un rival que plantó cara hasta el final.
Fue el día en el que debutó Reinier, cedido por el Real Madrid, en el Borussia. Pero también el día en el que Marco Reus reapareció tras pasar lesionado los últimos siete meses.
El encuentro fue igualado, propio de la pretemporada, y tardó mucho en desequilibrarse, por mucho que el Borussia tratase de llevar la voz cantante. De hecho, no fue hasta bien entrado el segundo tiempo cuando el empate se deshizo.
Hasta entonces, el Sparta aguantó bien al Borussia, que salió con Wolf en punta, escoltado por Reinier y Reyna, y con Marco Reus generando juego a su espalda.
Pero esta punta de lanza no logró batir a Van Leer, y el brasileño se quedó en la caseta tras el descanso. En su lugar entró Taylan Duman; los otros tres aguantaron.
Fue entonces cuando el partido se desequilibró. En tres minutos prodigiosos el Borussia se puso dos arriba. Marco Reus, para redondear su reaparición, inauguró el marcador después de mucho intentarlo a pase de Julian Brandt, batiendo a Maduka Okoye, el guardameta del Sparta en la segunda parte.
Eso ocurrió en el 65', y en el 66' Pherai, quien acababa de entrar al partido en sustitución de Brandt, duplicó la ventaja de los aurinegros.
El partido estaba controlado. Dominaban el balón y habían generado más peligro, pero en el 81' Emanuel Emegha recortó distancias, haciendo que la recta final de partido fuese un poco más tensa de lo que el Borussia esperaba.
Pese a ello, los de Favre se llevaron el triunfo, recuperando las sensaciones perdidas en la derrota ante el Bochum. Su primer compromiso oficial, en una semana, ante el Duisburg en la primera ronda de la DFB Pokal. Y cuatro días después, derbi de Borussias en la Bundesliga.