No fue posible. El Olympique de Lyon era el gran favorito, y no defraudó. Las opciones del Barcelona pasaban por aguantar y defenderse con el balón, pero el plan se hizo añicos en apenas cinco minutos.
Porque cinco minutos fueron los que necesitó Marozsán en inaugurar el marcador. La alemana, nacida en hungría, se aprovechó del desconcierto de la zaga azulgrana a la hora de tratar de despejar el centro de Van de Sanden desde la derecha, y marcó el 1-0 a placer.
El Barcelona se deshilachó tras el gol. Porque instantes antes de recibir el gol Duggan falló una clarísima ocasión de gol, mano a mano con Bouhaddi. Fue un golpe durísimo, y entonces Ada Hegerberg se puso a trabajar.
La vigente Balón de Oro demostró, en apenas 16 minutos, por qué es la mejor futbolista de la actualidad. En el 14' le hizo el segundo al Barça, el primero de su cuenta, de nuevo a centro de Van de Sanden, suplente habitual pero titular en esta final en la que revolucionó el flanco izquierdo de las azulgranas.
Aunque dos minutos más tarde viera la amarilla por una entrada a destiempo, Hegerberg siguió peleando y en el 19' hizo su segundo tanto, el tercero del Lyon.
En el 21' tuvo en sus botas el cuarto gol, pero este tuvo que esperar al minuto 30. Con su 'hat trick', la noruega se reivindicó de cara a volver a ganar el Balón de Oro, máxime después de renunciar a jugar el Mundial de Francia que se disputará este verano como protesta por la discriminación salarial con respecto al fútbol masculino.
Con el 4-0 el Lyon se relajó. Parecían decir las francesas que una cosa es ganar, y otra muy distinta es humillar a tu rival. El Barcelona, que incluso con el 3-0 peleó el partido, pasó a sentir una profunda impotencia que no fue capaz de sacudirse en lo que restaba de encuentro.
Quedó claro por qué el Olympique de Lyon es el gran dominador del panorama actual. La diferencia de nivel entre uno y otro equipo era más que notable, y la goleada no fue mayor porque el vigente campeón no quiso.
Pese a todo, el Barcelona dispuso de sus opciones, antes y después del descanso, pero esos fallos pusieron de manifiesto la diferencia entre unas y otras: el Lyon marcó prácticamente cada ocasión que tuvo, y el Barcelona no.
De hecho, tras todo un segundo tiempo de ocasiones, ataques e intentos, hubo que esperar al minuto 89 para que las azulgranas celebrasen de forma tímida el gol del honor.
Martens filtró un balón genial para Oshoala, quien entró mediado el segundo tiempo en lugar de Duggan, y la delantera nigeriana batió, por fin, a Bouhaddi.
No hubo tiempo para mucho más. No era necesario, tampoco. La final llevaba decidida desde el minuto 30, incluso desde el 5', si nos ponemos exquisitos. El Barcelona plantó cara, pero claudicó ante el gran tirano de Europa.
El Olympique de Lyon ganó su sexta Champions League, la cuarta de forma consecutiva. El Barça no fue rival, pero pese a todo marcó un nuevo hito en el fútbol femenino español. Toca levantarse, sacudirse el polvo y trabajar para intentarlo de nuevo el curso que viene.