Fue un inicio extraño el que se vivió en El Alcoraz. Sabiendo ambos que no les valía el empate para seguir en sus respectivas luchas, se vieron pronto con un gol cada uno en el electrónico.
Fue protagonista Undiano Mallenco, que pitó dos penaltis por mano involuntaria. Primero a favor del Alavés, previo paso por el VAR, después de que el balón le diese en la articulación a un Mantovani que se estrenaba con la zamarra oscense.
Dos minutos después de que Calleri pusiese la primera piedra, el colegiado se sacó otro penalti, esta vez por mano de Ximo Navarro, para que, también desde los once metros, 'Chimy' Ávila consiguiese el empate.
Si bien hubo una buena noticia en forma de gol para Francisco, hoy en la grada, la mala llegó con la lesión de Miramón. Sufre una plaga el cuadro aragonés en defensa y volvió a perder a un hombre capital, teniendo que hacer tejemanejes para formar la zaga.
Si bien no hubo demasiado juego en la primera parte, en la segunda fue a peor. El miedo le entró al Huesca, al que no le valía el empate para salir de una situación que cada vez le ahoga más. Solo el paso de los minutos obligó a los de Francisco a ir a por el partido.
De hecho, el Huesca pudo ponerse por delante hasta en dos ocasiones claras. Primero marró Gallar un balón franco en el área con su pierna buena y después el 'Cucho' envió, en su primera acción, el balòn al travesaño.
Pero cuando más aprietan las aguas en la salvación es cuando menos se puede perdonar, pues se acaba pagando. Guidetti prolongó el sueño europeo del Alavés cazando un balón en el segundo palo y Calleri terminaría por sentenciar en los últimos minutos.
Es una derrota dura para el Huesca, que puede ver cómo se le aleja aún más la salvación con el duelo directo entre el Villarreal y el Rayo. El Alavés se queda a un único punto de Champions y sigue mostrando por qué es uno de los equipos revelación de LaLiga.