El aviso de bomba tuvo lugar a primera hora de la mañana. Las autoridades de la provincia de Frisia se pusieron manos a la obra, y pusieron en marcha el procedimiento habitual para estos casos.
El estadio fue desalojado y cerrado. Ello también incluyó las oficinas del club, así como las instalaciones de la ciudad deportiva anexa, y de los edificios del Bulvear Abe Lenstra, frente al estadio.
4 de julio de 2018
La Policía de Frisia registró el estadio y las inmediaciones con perros entrenados para detectar explosivos, y tras tres horas de infructuosa búsqueda, determinaron que se trató de una falsa alarma.
A última hora de la tarde el propio Heerenveen anuinció a través de su web oficial que el estadio volvía a estar abierto, así como las oficinas del club.
La Policía investigará a partir de ahora la procedencia del falso aviso de bomba, para terminar de aclarar lo sucedido.