Una Europa League con sabor a Champions
El Arsenal, el Chelsea, el Valencia y el Benfica tienen un pie en la siguiente ronda después de imponer su superioridad en los encuentros de ida de cuartos.
El Nápoles, el Slavia Praga y el Villarreal abandonaron los primeros partidos con un marcador significativamente adverso. Se aferran a una noche mágica para prolongar sus esperanzas en el camino hacia Baku.
El Eintracht, que cayó por 4-2 en el estadio Da Luz, se ampara en el factor ambiental y el buen momento que ha evidenciado a lo largo del curso para revertir la situación ante el Benfica.
El Valencia, con dos goles en el tiempo añadido, salió reforzado del estadio de La Cerámica y con un pie en las semifinales de un torneo que ganó en el 2004 y que puede llevarle a la próxima edición de la Liga de Campeones.
En su centenario, el cuadro de Marcelino García pretende rentabilizar el buen momento con el que ha alcanzado el tramo decisivo del curso.
El equipo valenciano, que no quiere sorpresas desagradables en la vuelta, ganó por 1-3 al Villarreal, que salió resignado del choque en su estadio, con un marcador doloroso y excesivamente cruel tras lo visto sobre el césped. El conjunto de Javier Calleja concentra ahora sus fuerzas para LaLiga, en la que pretende continuar.
Al ganador de este duelo le espera el desenlace del choque entre el Nápoles y el Arsenal, que dejó encauzado después de vencer en el Emirates por 2-0.
Las esperanzas del conjunto de Carlo Ancelotti de completar un buen curso pasan por el torneo continental. El cuadro napolitano necesita un milagro en San Paolo para seguir en una competición que ya ganó en 1989. El Arsenal, sin embargo, pretende un trofeo del que carece su historial y que tuvo cerca en el 2000, cuando perdió la final contra el Galatasaray.
El Chelsea también avista la semifinal de la Europa League. Después de vencer en Praga, en la ida, gracias al gol del español Marcos Alonso, quiere ratificar la superioridad entre ambos equipos en el duelo de Stamford Bridge.
El Slavia, la sorpresa de la competición, aún mantiene expectativas de ser el primer conjunto checo en alcanzar la final continental.
El vencedor en Londres tendrá como adversario al ganador del choque entre el Eintracht y el Benfica. Aunque el triunfo en Lisboa del representante luso por 4-2 le atavia de la condición de favorito, el conjunto germano se ampara en los goles logrados a domicilio y en el factor ambiental como argumentos para dar aire a la eliminatoria.
El Eintracht, que integra la parte alta de la Bundesliga, en puestos de Liga Campeones, no da la situación por perdida ante el líder de la competición portuguesa, que quiere enterrar el maleficio que le persigue en la Europa League. El Benfica ha jugado tres finales, en 1983, 2013 y 2014 y ha perdido todas.
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