Francia se ha paseado por el Europeo de Armenia. Cuenta sus partidos por victorias, y todavía no ha encajado ni un gol. Debutó avasallando a la República Checa, para luego ganar por la mínima a irlandeses y noruegos.
La Selección Francesa destaca principalmente por su físico. Es un equipo rocoso, pero sorprendentemente técnico. No en vano, su centro del campo ha perdido músculo, pero ha ganado visión de juego y toque.
Juega habitualmente con un 4-3-3, aunque los extremos pueden retrasar su posición y reforzar aún más la sala de máquinas. Sus centrales son de granito puro, pero lejos de ser un par de 'troncos', tienen un sorprendente manejo del balón. Presionar a lo loco la salida del esférico no funcionará con Marcelin y Solet.
También deberá tener un ojo España al juego por las bandas. Laterales y extremos se combinan a la perfección para penetrar por los flancos del área.
Si algo le falla a Francia es el delantero centro. Ha probado con todos, y solo un gol de los cinco lo ha marcado el ariete. Fue Isidor, quien salió del banquillo para arreglar la papeleta ante Irlanda. Pese a todo, parece que se ha ganado el puesto, en detrimento de Flips y Ndilu.