Cuando Neymar llegó al PSG, previo pago de 222 millones de euros, el brasileño prometió triunfos y conquistas. Goles, asistencias, magia. Se vistió de '10' y tardó un abrir y cerrar de ojos en poner sobre el tapete todas sus armas. Varios meses después, la vida sigue igual.
Ante un hundido Lille, Neymar sumó un nuevo gol a su cuenta particular de libre directo. Un gran gol digno de un jugador cinco estrellas. Fue el tanto número 27 de lo que llevamos de curso, a los que hay que sumar 14 asistencias.
Lo demencial del dato es que el brasileño sólo ha disputado 26 encuentros. Es decir, sale a más de un gol por choque. 18 suma en Ligue 1, seis llegaron en Champions y otros tres en las distintas copas francesas. Y es sólo su primer año en el PSG.
Los datos se magnifican cuando Neymar juega en casa, a pesar de que las piernas del '10' son más castigadas que cuando estaba en España. Nada puede con Neymar, ni siquiera los pitos que alguna vez han llegado desde su propia hinchada.
Con el Madrid en el horizonte, tanto como futuro competidor en Champions como equipo en el que recalar en años posteriores, Neymar aseguró hace escasas fechas que "esto es sólo el principio". Una génesis que asusta a cualquiera.