En una fase de grupos de competición continental prácticamente no hay margen para el error. En caso de tropezar con una derrota, como en la segunda jornada ante Argelia, las cosas se ponen feas. Y por eso, la situación de Senegal es tan complicada.
Depende de sí misma, pero un mal partido le condenaría a una despedida mucho más temprana de lo que se esperaba en un principio para una Selección que se alzaba como una de las favoritas.
Este lunes se ve las caras con Kenia, combinado nacional que se encuentra empatado a puntos (tres) pero con un 'goalaverage' peor, por lo que a Senegal le valdrían las tablas en el marcador para quedar en segunda posición.
El objetivo de los Mané, Baldé, Niang, N'Diaye, Koulibaly y compañía es evitar la derrota para poder seguir mirando adelante. Senegal es una gigante en peligro, pero con argumentos para salir airosa de su situación.