El amor de Loïc Perrin por la camiseta del Saint-Étienne está fuera de toda duda. El central, desde su debut en la temporada 2003-04, había acumulado 17 campañas con el conjunto galo hasta que ha decidido poner fin a su carrera deportiva.
Perrin tenía este viernes la oportunidad de dar vida al último capítulo de su vida como futbolista con un título con el club de sus amores. Lejos de todo eso, dejó una entrada para olvidar y un sabor amargo con una expulsión.
En el minuto 31 de la final de la Copa de Francia frente al PSG, el central entró con fuerza excesiva sobre Mbappé, al que terminó lesionando. Y el capitán, por ello, vio la cartulina roja.
Una despedida que cambio el guion previsto de Perrin al inicio del partido. Un segundo que modificó por completo el recuerdo que tendrá de su último partido como profesional. Algo que también les pasó a otros grandes jugadores años atrás.
El más recordado fue el de Zinedine Zidane. En aquella final del Mundial del 2006, tras un cabezazo a Materazzi, fue expulsado antes de que la Selección Italiana fuera campeona del mundo.
Mark van Bommel y Edgar Davids, dos holandeses con amplio recorrido y palmarés en Europa, vivieron situaciones similares. Davids, en su caso, vivió su última cita en el Barnet británico y, sin anunciarlo antes, decidió retirarse tas ver una cartulina roja.
El penalti y expulsión de Jürgen Kohler no fue suficiente para que el Borussia Dortmund levantara la Copa de la UEFA en 2002. El germano vio cómo el Feyenoord acabó levantando el trofeo.
Una estela que ha seguido Perrin, con su salida del encuentro a la media hora de empezar la final y viendo cómo el PSG se llevaba el título a casa. Una amarga forma de poner fin a más de 450 partidos con el Saint-Étienne, el club de sus amores.