Final dulce a una temporada gris para el Valencia. El conjunto de Mestalla cerró la temporada con un cómodo triunfo ante su gente, o al menos la poca que había. Y es que las últimas jornadas se han convertido en un auténtico terremoto para los 'ches' por las numerosas protestas de los aficionados contra Peter Lim y su gestión.
La hinchada se citó antes del comienzo del choque ante el Celta en las inmediaciones del feudo valencianista a gritos de "Peter, vete ya". El ambiente dentro del estadio era desértico, con muy poca gente animando a los suyos. Sin embargo, los allí presentes disfrutaron de los tres puntos, los últimos que suma el Valencia este año.
La contienda empezó bronca y falta de precisión, quizás porque ambos equipos no se jugaban ya nada en la competición doméstica. La primera de los locales la tuvo un ex celtista como Maxi Gómez, quien cazó un rechace dentro del área para mandar el esférico a la grada con un remate con su zurda.
Pero aquello solo fue la antesala de lo que ocurrió antes de la media hora de juego. Carlos Soler metió un balón a la espalda de la defensa perfecto que le llegó a Gayà. El lateral, de primeras, la puso al segundo palo hacia Marcos André, quien se la devolvió inteligentemente al '9' que marcó con el pecho en boca de gol.
Tras esto, el combinado del Chacho Coudet dio un pasito hacia adelante y fruto de ello llegó la más clara de los celestes. Galhardo bien pudo rematar al fondo de las mallas, pero se la dejó a huevo a su compañero Nolito, quien disparó justamente donde se había tirado Jaume Doménech, desperdiciando así la mejor ocasión.
Ya en la reanudación de la segunda parte, Bordalás quitó a un Bryan Gil apagado y lejos de esa versión encaradora y fugaz para meter a Cheryshev. Los cambios e interrupciones por faltas mermaron el ritmo de juego, que bajó considerablemente. El segundo u definitivos de los 'murciélagos' llegó casi sin querer en el 60'.
Foulquier comandó un buen contragolpe y se la cedió a Maxi Gómez a la derecha. Este puso un centro al corazón del área y Araujo metió la cabeza con tanta mala fortuna que se metió el balón en su propia portería. Con esta acción, se acabó cualquier atisbo de remontada del conjunto de Balaídos.
La media hora restante fue casi un pacto entre caballeros entre los dos clubes, que dejaron pasaro los minutos sin mucha intensidad y dieron por cerrada la temporada. A falta de lo que haga Osasuna, el Valencia acabaría noveno y el Celta undécimo en esta Liga Española.