Siempre se ha dicho que lo importante del fútbol es el colectivo. Pero sería una necedad negar que, en el actual, las individualidades han adquirido una importancia mayúscula. Especialmente, y entre otros pocos elegidos, el de Cristiano Ronaldo.
El Portugal-Italia desprende el nombre del '7' por todos lados. Su país, al que hizo campeón y lideró en la Eurocopa, se mide a su nuevo hogar. A la tierra que ha renovado sus marchitas ilusiones. Es el 'Universo Cristiano'.
Lo curioso es que el 'bianconero' adquiere la misma importancia en el partido como si fuese a tomar parte en el mismo. Pero no, habrá un universo para él sin él. Esa es la realidad. Unos se preguntarán por qué no está en un partido ante un combinado como el italiano. Otros sólo piensan en ver el primer gol del fichaje estrella que ha vuelto a relanzar su liga. Pero del encuentro pocos se acuerdan.
Tanto es así que Fernando Santos, seleccionador luso, usó la rueda de prensa previa para mandar un mensaje a la afición de la Juve: "Esperen un poquito y verán cuántos goles logra". Todos los mimos son pocos. Aunque no juegue. Aunque no esté.
Cristiano prefirió quedarse en Turín para seguir con su adaptación al 'Calcio'. El no marcar en las tres primeras jornadas, sabiendo de su ambición sin límites, ha pesado demasiado. Más que el debut en una Liga de las Naciones que, de momento, debe ir ganándose la importancia que parece exigir.
Su ausencia, aunque sólo física, mermará notablemente a los lusos. Los 25 goles del ex 'merengue' en sus últimas 23 internacionalidades no hacen pensar en otra cosa, pese a que Santos intenta aprender a vivir sin su estrella para días como este.