Algunos meses más tendrán que pasar para que los aficionados de la Lazio olviden el final de la pasada temporada. los Immobile, Luis Alberto y cía habían firmado un campeonato más que meritorio y la Champions parecía un premio justo.
Pero el billete no se compró a tiempo y este llegó a la última jornada sin dueño. Los de Inzaghi se jugaban todo un curso a una carta. ¿El rival? El mismo por el que este jueves pelearán en busca de las semifinales coperas.
El Inter llegaba con la historia a su favor, el presente en contra y el futuro obligando a un renacimiento en la máxima competición continental. El encuentro, como se preveía, fue un mejunje de pasión, emoción... y un final apoteósico para los interistas.
Matías Vecino, en el minuto 81, hizo el 2-3 con el que los romanos verían, un año más, la Champions en casa. El empate les metía a ellos y mandaba a los de Milán a la Europa League, pero un gol y un puñado de segundos cambiaron el sino de todo un año.
Ahora, más que nunca, el conjunto lacial sabe que la victoria se escribe con 'v'. De 'vendetta', De una venganza que, aunque con un premio menor, calmaría en parte el rencor que aún guardan muchos aficionados.