"Se hablaba mucho de las bajas -en relación a las de los sancionados Aduriz y Raúl García-, pero tenemos otros jugadores. Es inevitable que al principio la gente estuviese expectante, se notaba en el campo, pero teníamos que intentar hacer otras cosas", comentó el técnico.
Valverde añadió que "lo que más" le gustó de su equipo fue que "nunca pierde la cara a los partidos y siempre empuja, incluso cuando jugamos mal". "Ese espíritu del equipo es lo que nos hace ir avanzando. Hemos tenido grandes dosis de sacrifico porque el Eibar nos obligaba a mucho en la segunda parte y lo mejor es que van entrando jugadores que responden, como Saborit, Eraso y Villalibre", apuntó sobre los tres jugadores que entraron en esa segunda mitad.
En el caso del delantero que debutó con el primer equipo, anunció que Villalibre va a seguir a sus órdenes esta semana a la vista de los dos partidos que le esperan esta semana al Athletic, el del jueves en Viena contra el Rapid y el del domingo en Sevilla ante el Betis, y el desgaste físico acumulado por Aritz Aduriz.
De cara a esos dos encuentros, y a la espera de comprobar el martes en el regreso a los entrenamientos la evolución de los futbolistas que se enfrentaron al Eibar, Valverde confía en recuperar al menos a Íñigo Lekue, que el sábado ya trabajo con el grupo después de varios días de ausencia.