La intención del técnico del Barcelona, desde la salida de Digné con destino al Everton, fue la de incorporar a un jugador veterano para así cubrir un puesto en el que solo está Jordi Alba.
Sin embargo, el entrenador azulgrana se dio de bruces con el propio club, que prefirió subir a un canterano antes que fichar. De esa manera, primero probó con Cucurella, ahora cedido en el Eibar, y después con Miranda, jugador que se quedó en la primera plantilla.
Las prestaciones ofrecidas por el canterano no han terminado de gustar a Valverde, que ha vuelto a insistir en que es necesaria la incorporación de un lateral contrastado para luchar por las tres competiciones.
Y, por segunda vez en la temporada, Valverde no verá cumplido su deseo. Sí fichará el Barcelona, pero será en el mercado veraniego, quedándose con Jordi Alba y Miranda lo que resta de campaña.