El año pasado, muchas de las críticas vertidas sobre el técnico azulgrana llegaron por haber decidido recurrir al 4-4-2 como dibujo principal, pero todo apunta a que este año todo cambiará.
Valverde, a lo largo de los cinco partidos disputados esta pretemporada, prácticamente solo ha utilizado un sistema de 4-3-3 y el perfil de los jugadores de su plantilla invita a pensar en que está dispuesto a recuperar el clásico dibujo azulgrana.
El propio preparador ya admitió en la rueda de prensa tras el Gamper que lo normal sería ver al equipo azulgrana ante el Alavés con ese esquema, en el que será el estreno de los azulgrana en LaLiga.
La temporada pasada, Valverde utilizó ese mencionado 4-4-2, aunque casi como solución de urgencia para aportar seguridad y empaque a un grupo que necesitaba confianza tras la salida de Neymar.
El tratamiento funcionó y sirvió para ganar un doblete, pero ahora es el momento ideal de volver a deslumbrar al mundo con el esquema que más éxitos ha traído a la parroquia 'culé'.
Los jugadores que el técnico vasco tiene a su disposición son idóneos para ello, ya que posee un buen número de interiores de calidad y de muy distintas condiciones y cualidades (Vidal, Arthur, Rakitic, Rafinha).
Además, si algo tendrá el conjunto azulgrana desde el inicio de la temporada son jugadores capaces de desempeñar muy bien el rol de extremo, tales como Malcom, Dembélé e incluso Coutinho.
El ex futbolista del Liverpool, por velocidad y desborde, puede actuar perfectamente pegado a la línea de cal, aunque también puede arrancar desde la banda para dejarse caer al centro y jugar como interior. Todo un multiusos.
Las variantes de las que dispondrá Valverde esta campaña son casi infinitas y, por ello, se espera que el Barça sea esta temporada un equipo más alegre, más dinámico y, claro está, más fiel al clásico 4-3-3.