El tiempo, de manera irremediable, pasa para todo el mundo, incluso para el futbolista que es el actual ganador del Balón de Oro.
Y es que Luka Modric afronta su campaña más complicada en el Real Madrid y su futuro en la entidad todavía sigue en el aire.
El balcánico, pieza clave en los últimos años, concluye su contrato con el conjunto blanco en junio de 2020.
A sus 34 primaveras, Luka sabe que la continuidad con su rol de titular en el Santiago Bernabéu es más que complicada, sobre todo tras los últimos acontecimientos.
Y es que la aparición del joven Fede Valverde y el posible desembarco de Eriksen en la capital de España son dos grandes amenazas para el internacional croata.
Ambos son futbolistas que se desevuelven por su posición natural y podrían obligar a Modric a buscarse una salida.
Sin embargo, el de Croacia, al contrario que hace un año cuando quería marcharse al Inter, parece decidio a darle la vuelta a la tortilla y demostrar nuevamente que sigue siendo vital en su equipo.
La semana que se apoxima, con Mallorca, Galatasaray y Barcelona como rivales, se antoja decisiva para el devenir de la temporada del Madrid y de un Modric que quiere volver a ser figura.