Valverde y Tchouaméni, una involución pos-Mundial que afecta al Madrid

El Madrid es una mina de talento y los grandes jugadores siempre quieren triunfar en sus filas. El conjunto blanco es uno de los equipos que más futbolistas aporta a las distintas selecciones. En el pasado Mundial de Catar, hasta 13 se fueron concentrados con sus distintos combinados nacionales.
El regreso a los clubes y sobre todo el nivel estaba claro que no iban a ser los mismos. Con un calendario ajustadísimo y sin apenas descanso, el rendimiento se vio afectado tanto en los futbolistas como en los resultados del equipo.
Haciendo hincapié en el cuadro 'merengue', dos son los nombres que destacan 'negativamente' por encima del resto: Fede Valverde y Aurélien Tchoauméni. El primero de ellos no pudo pasar de la fase de grupos, mientras que el segundo llegó a la gran final, donde disputó todos los minutos.
Pero antes de adelantar acontecimientos, hay que repasar sus números y sensaciones antes de la cita mundialista. El uruguayo fue la gran revelación de la plantilla blanca en los primeros meses de competición.
Se erigió como el pulmón de un centro del campo que, a pesar de que no le sobra calidad, el oxígeno fue necesario. Además, también desempeñó un gran papel como extremo por la derecha, donde también aumentó de manera considerable su faceta goleadora.
Valverde comenzó a ganarse el puesto de titular indiscutible. De los 19 primeros partidos oficiales con el conjunto blanco, el charrúa disputó un total de 17 como titular (en los otros dos también acabó participando). Anotó un total de ocho goles y repartió cuatro asistencias.
El 'Pajarito' tenía enamorados a todos los aficionados blancos y hasta su propio entrenador, Carlo Ancelotti, reconoció en más de una ocasión que estaba sorprendido y satisfecho con su rendimiento en el terreno de juego.
Por su parte, Tchouaméni también estaba haciendo las delicias del respetable cada vez que saltaba al terreno de juego. Era el sustituto ideal a un Casemiro que marcó una historia en el equipo y al cual no era nada fácil de emular.
Pero el galo se lo ganó a base de trabajo y sacrificio que dieron lugar a los resultados para los madridistas. Eso sí, con unos números más discretos en comparación con Fede Valverde. Ha disputado un total de 17 choques oficiales desde el comienzo del curso, donde en 16 de ellos ha partido de inicio. No ha podido ver puerta, aunque sí ha dado dos asistencias.
Sin embargo, el punto fuerte del centrocampista siempre ha sido su contundencia defensiva y capacidad para sacar el balón desde atrás. Dos facetas de su juego que le convirtieron en el escolta perfecto para dos irreductibles como son Modric y Toni Kroos.
Llegó el Mundial de Catar y el deseo de todos los clubes no fue otro que el de tener que lamentar el menor número de bajas posibles. Pero también hubo un interrogante en el aire y ese no fue otra que el de cómo iban a llegar los distintos futbolistas que fueron citados por sus selecciones. Se presuponía que el rendimiento iba a ser menor e incluso podrían llegar a tener problemas físicos, ya que la acumulación de partidos en pocos días fue elevada.
En el caso de Fede Valverde, el centrocampista uruguayo tan solo disputó los tres encuentros de la fase de grupos, ya que su selección quedó eliminada. No tuvo que lamentar ninguna lesión, aunque el 'Pajarito' no fue el mismo que antes del parón.
Tanto sus números como su rendimiento y aportación al juego del equipo se resintieron notablemente. Disputó más encuentros que antes de la cita mundialista (22) y con similares titularidades (20). Sin embargo, sus registros goleadores disminuyeron hasta el punto de tan solo ver puerta en una ocasión en Liga y de no repartir ninguna asistencia hasta el momento.
Sí que pareció volver a su mejor nivel con sus tres tantos en el Mundial de Clubes tanto en la semifinal como en la gran final. Sin embargo, la realidad fue bien distinta, ya que tras anotar ante Osasuna, acumula un total de siete choques sin ver puerta ni asistir.
El propio Valverde llegó a reconocer que no estaba pasando por su mejor momento y que el Mundial le había afectado. Sin embargo, el uruguayo ha seguido contando con la confianza absoluta de un Ancelotti para quien es intocable.
En el otro lado está Tchouaméni. El galo sí tuvo que lamentar una lesión muscular en el sóleo que le hizo perderse algunos partidos, entre ellos, la Supercopa de España en Arabia Saudí. Pero lo que es aún más importante, pasó a un segundo plano y cedió su puesto de titular indiscutible.
De los 22 encuentros que disputó el conjunto blanco después del Mundial, el galo estuvo presente en tan solo 14. Además, dejó de partir de inicio de forma considerable, haciéndolo en tan solo siete ocasiones, la mitad de los partidos que disputó.
Tchouaméni se ha visto a la sombra de un Camavinga que se ganó la confianza de Ancelotti para sustituirlo y que ha cumplido con creces. El bajo rendimiento del '8' le ha llevado al banquillo y a tener que volver a hacer méritos para entrar en el once titular.
A pesar de ello, no hay dudas de que tanto Valverde como Tchouaméni acabarán siendo dos piezas importantes en esta recta final de campeonato, sobre todo con una competición en juego tan golosa y motivadora para los blancos como es la Champions League.