El Ibiza volvió al sendero del triunfo en Can Misses ante el Cartagena. Después de un empate y una derrota, el cuadro de Paco Jémez volvió a demostrar su efectividad y ganó a sus rivales por 2-1. Dos penaltis señalados por el VAR otorgaron la victoria a los pitiusos, que recortaron tres puntos a sus rivales.
Fue el Ibiza el conjunto que empezó con mejor pie en Can Misses y el que implantó el juego típico de Paco Jémez. La intensidad y la presión alta sobre la salida de balón fue la nota dominante en el primer cuarto de hora. Sin embargo, el primer susto lo dio el Cartagena por mediación de Rubén Castro.
El delantero canario recogió un rechace y desaprovechó una vaselina ante Domínguez, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. Tras esto, en una jugada aislada, los jugadores de casa pidieron penalti por una mano dentro del área. Davo centró, Gastón Silva separó su brazo del cuerpo y el esférico impacó directamente.
Ante las protestas y los avisos del VAR, el árbitro del partido, Quintero González, se fue al monitor a verlo. Sin dudarlo dos veces, señaló el punto de panlti a favor de los pitiusos. Miguel Ángel Guerrero fue el encargado de engañar a Marc Martínez y establecer el 1-0 en el electrónico para los suyos.
El tanto hundió un poco a los visitantes, pero se animaron pasado el minuto 40. Fruto de su insistencia, Dauda marcó el empate a uno antes del paso a vestuarios. Rubén Castro utilizó un centro de Gastón Silva para irse del portero enemigo y colar un centro al corazón del área pequeña. Ahí apareció el '17' para cabecear a la red a placer.
La reanudación en los segundos 45 minutos empezó con un ritmo algo más bajo del mostrado anteriormente y con un fútbol más bronco y lleno de interrupciones. Tanto Carrión como Paco Jémez empezaron a meter a futbolistas de refresco en busca de un cambio de dinámica favorable.
El juego gris imperante en el terreno de juego de Can Misses se volvió a rompero con otro penalti a favor de los pitiusos. Castel entró en el área, recortó de tacó y Buffarini tocó claramente su pie de apoyo. Con otra visualización en el VAR, el colegiado volvió a señalar el punto fatídico.
Esta vez, fue Cristian Herrera el que engañó al guardameta contrario para establecer el 2-1 y poner patas arriba el estadio ibicenco. A partir de aquí, los de Paco Jémez dieron un pasito atrás y se dedicaron a defender el resultado y salir a la contra. Castel tuvo varias ocasiones, pero el desgaste de los 90 minutos fue demasiado.
Finalmente, los jugadores celestes aguantaron las embestidas del combinado albinegro y sumaron tres puntos tras caer por 2-0 con el Almería en el Juegos del Mediterráneo. De esta forma, escalaron hasta la novena plaza con un total de 38 puntos. Por su parte, los de Carrión vieron cómo un rival directo les recortó tres enteros, a pesar de que siguen con uno más.