En el partido entre el PSG y el Atalanta, uno de los dos equipos haría historia porque ninguno había llegado antes a las semifinales de la Champions. El club italiano lo tuvo en sus manos hasta que el equipo francés remontó en los últimos minutos.
Con un Neymar incansable y siendo el mejor del encuentro, los de Tuchel celebraron el pase a semifinales como si de un título se tratara. Hubo fiesta en las calles, en el césped y en el vestuario.