Cazorla volvió al Villarreal cuando todos le daban ya por perdido. Cuando parecía que nunca se recuperaría del calvario de lesiones que le hizo perderse casi dos años de competición. Pero volvió, y a sus 34 está mejor que nunca. O casi.
En una entrevista por videoconferencia, Cazorla fue cuestionado por el partido que más le ha marcado en su carrera, y el asturiano, a falta de uno, escogió dos.
El primero es el de su vuelta a los terrenos de juego, con el Villarreal. El otro, las semifinales de Champions en 2006, en las que el conjunto castellonense fue eliminado por la mínima por el Arsenal.
Cazorla, pese a no haber jugado ni en la ida ni en la vuelta, formaba parte de aquel equipo, que tenía en sus filas a Riquelme, Forlán o Sorín. Tenía 21 añitos y era su segunda temporada en las filas del primer equipo amarillo.