Si el PSG no puede retener el próximo verano a Neymar o Mbappé se romperá un tremendo ciclo. Porque no solo son buenos, es que saben entenderse a la perfección.
Ambos saben asistir y finalizar con la misma finalidad. Como muestra, esta doble asociación en encuentro liguero ante el Saint-Étienne, en la que es el brasileño el que da el pase de gol las dos veces y el joven francés el que resuelve con maestría ante el meta rival.