Volver a empezar

En venta todo el verano, con el interés del Milán siempre latente, el argentino Ángel Correa no se ha movido finalmente del Atlético de Madrid, en el que, fuera de las dos primeras jornadas por dos partidos de sanción de la pasada Liga y de la tercera por un proceso vírico, aguarda ya su reestreno.

El plan estaba marcado desde hace semanas en el club madrileño: él salía de la entidad rumbo al fútbol italiano y, a la vez, entraba al conjunto rojiblanco Rodrigo Moreno, el delantero del Valencia. Lo primero iba ligado invariablemente a lo segundo, con lo que sin la baja del argentino no se produjo el alta del internacional español.

Correa, cuya salida también se vinculó, antes, al posible abordaje del fichaje de James Rodríguez, sigue en el Atlético, en el que se le intuye menos participación, como también le ha ocurrido con anterioridad en otros proyectos, aunque después, ya avanzada la temporada, siempre se gana un sitio como revulsivo, primero, y como titular, más tarde; últimamente escorado a la banda derecha.

No es una situación nueva para él la competencia. Siempre la ha afrontado en el Atlético, con la diferencia de que este verano sí estaba dentro de los futbolistas transferibles desde el principio del mercado. Si había una oferta que convenciera al club y a él, no habría ningún obstáculo para su salida a otro equipo.

A sus 24 años, empieza ya su sexta temporada en el Atlético, con el que aún le restan cinco cursos de contrato -renovó hasta 2024 en septiembre de 2018-, con el que ha disputado 188 partidos oficiales, 90 como titular, y ha marcado 30 goles. Trece de ellos los anotó cuando partió desde el banquillo. Ha sido campeón de una Europa League y una Supercopa de Europa; la primera como titular y la segunda con una participación de 63 minutos, tras entrar por Antoine Griezmann.

Fichado en mayo de 2014 desde el San Lorenzo, la detección de una dolencia cardiaca en el reconocimiento previo a la formalización de su fichaje y la posterior operación, el 18 de junio, pospusieron su incorporación al equipo hasta noviembre de 2014 y su debut oficial hasta la siguiente campaña, en 2015-16, en la primera cita de Liga.

Su importancia creció sin pausa en el equipo, en el fue pasando de delantero a opción casi habitual por la banda derecha dentro del esquema de su compatriota Diego Simeone: en 2015-16 jugó 36 encuentros, 12 de titular, con ocho goles y tres asistencias; en 2016-17 amplió su participación a los 47 choques, 17 de ellos desde el once, con ocho tantos y siete pases de gol a sus compañeros; y en 2017-18 subió a 56 partidos, 36 en la alineación inicial -incluida la final de la Liga Europa-, con nueve dianas y siete asistencias.

La última temporada, en 2018-19, jugó 49 encuentros, más que nadie en la plantilla -el siguiente fue Griezmann, con 48-, 25 de ellos desde la alineación inicial. Ha marcado cinco goles, su peor ejercicio en ese sentido de rojiblanco, y ha dado cuatro asistencias a sus compañeros.

Pero, a la vez, sólo jugó cuatro de los últimos 16 choques como titular del pasado curso, marcado por el penalti que cometió en el encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Juventus, que supuso el 3-0 final y la eliminación del equipo. "Estaba dolido por el error que cometí y que nos costó la derrota", asumió entonces Correa, que ya aguarda su reestreno.

En el tramo final de su recuperación del proceso vírico con fiebre que le ha afectado toda la pasada semana, del que ya se encuentra mejor, con lo que su reincorporación a los entrenamientos se espera en breve -este martes no se ejercitó-, la primera ocasión será el próximo sábado en Anoeta contra la Real Sociedad.