El regreso de James Rodríguez al Santiago Bernabéu acapara todas las miradas 24 horas antes de la vuelta de semifinales de Champions entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich en la capital española.
Vuelve un James que se fue casi por la puerta de atrás, sin contar con minutos, sin tener un hueco en el once titular de Zidane. Vuelve engrandecido, gracias a la tierra alemana, que le ha regalado lo que el Bernabéu en su día le negó.
La última vez que el colombiano pisó el césped del templo blanco fue el 14 de mayo de 2017, en el duelo de Liga ante el Sevilla, partido que sirvió para que el 'cafetero' se despidiera de la afición 'merengue'.
Casi un año después, James se reencontrará con la que un día fue su afición, pero en el lado rival, luciendo el rojo intenso del Bayern, equipo en el que ha recuperado el protagonismo, equipo que le necesita sobre el terreno de juego para sumar de tres en tres.
El colombiano llega con el objetivo de llevar a su Bayern a la final, de remontar el 1-2 en contra que el Madrid logró llevarse de Múnich, de amargarle la noche al equipo que un día fue el suyo, ante una afición que un día coreó su nombre.
Difícil tarea para el 'cafetero', acostumbrado a vestir de blanco en el Bernabéu, con esa imagen rondando en su memoria. Señoras y señores, vuelve James.